Reflectores versus refractores, versus...


A la hora de decidirnos por la compra de un telescopio, el principal problema que nos encontramos (una vez superado el económico), es elegir el tipo de instrumento más acorde a nuestras necesidades, para ello solemos consultar en internet, cuál es el mejor telescopio y descubrimos que hay un debate que no tiene fin entre los aficionados.

Tras leer muchas reviews y consultas en los foros, llegué hace algún tiempo a la conclusión de que un buen telescopio, puede serlo tanto un refractor, como un reflector, o un S/C, en entre otros.

El problema no radica en el sistema óptico que elijamos, si no en la calidad de los componentes mecánicos, ópticos, y de montaje, unido al control de calidad de dicho instrumento, así como a la finalidad con la que lo vamos a usar.

Es muy habitual leer en los foros preguntas del tipo:
¿Cuál es mejor un refractor o un reflector?
De estos telescopios (y poner un lista de diferentes instrumentos con características y precios muy dispares), ¿cuál es el mejor?
La respuesta correcta a estas preguntas y otras por el estilo es la misma: Depende

En realidad, el aficionado a la hora de pedir consejo, debería detallar el lugar donde va a realizar la observación: campo, centro ciudad, pueblo,..., si dispone de terraza o jardín, contaminación lumínica, el tiempo disponible para la observación o la fotografía, cuales son sus intereses: planetaria, cielo profundo, dobles, etc.

De todos estos factores, tal vez el más importante sea conocer la calidad del cielo del lugar de observación, pues esto determina en buena medida el tipo de telescopio a elegir.

Podemos consultar las páginas de predicción meteorológica como la AEMET, que contiene estadísticas de los días cubiertos, soleados, indice de humedad, etc. Para otros tipos de datos, como el seeing, existen páginas como Meteoblue, o 7_Timer, que nos ayudarán a preparar nuestras observaciones.

Para saber el tipo de cielo que disfrutamos (o padecemos), tenemos que tener en cuenta el promedio de una serie de datos tales como: la transparencia de la atmósfera (magnitud límite visual), la humedad (vapor de agua en la atmósfera), seeing (turbulencia atmosférica) y la cantidad de noches observables.

Estos datos determinará entre otros factores, el tamaño y la clase de nuestro telescopio.

Si nuestro lugar de observación está alejado de los núcleos urbanos, el seeing es bueno,  poca humedad y una magnitud límite visual de 6 o superior, y además es fijo, podemos utilizar cualquier tipo de telescopio,  con los únicos límites de nuestro presupuesto e intereses. Si nos tenemos que desplazar tenemos que añadir a lo anterior: el peso y volumen del telescopio y montura, con lo que determinará el tamaño de nuestro equipo.

En núcleos de población pequeños, como pueblos o urbanizaciones alejadas de los centros urbanos, con una magnitud límite visual de 3 a 5, telescopios con una abertura no superior a 200mm.

En pleno centro urbano con alta contaminación lumínica, con una magnitud límite visual inferior a 3, un S/C con una abertura igual o inferior a 150 mm y refractores inferiores a 127 mm.

Además de lo anterior, también depende del tipo de observación que vayamos a realizar:

Planetaria, con un Maksutov o un S/C, dependiendo de abertura obtendremos imágenes grandes pero, no muy definidas. En el caso de quererlas con más definición entonces optaremos por usar refractores apocromáticos.

Observación de dobles, los mejores son los refractores y los Maksutov.

Galaxias, telescopios Newtons de más de 20 pulgadas.

Para realizar fotografías de campo amplio, refractores ED o apocromáticos iguales o inferiores a 80mm. En el caso de ultra campo amplio, objetivos fotográficos.

Como vemos, realmente hay un número muy elevado de variables y, lo que le va bien a un observador, para otro puede que no sea la opción más correcta, así que debemos analizar aspectos muy distintos para tener el instrumento más adecuado, teniendo la certeza de que no existe un telescopio que valga para todo y para todos.

Llegados a este punto ya podemos contestar a la pregunta: 
¿Cuál es el mejor telescopio?
- Depende...


NOTA: 
Magnitud límite visual.-
Es la magnitud de la estrella más débil visible a simple vista.

Nikon Action EX VII 8x40 CF


Exteriormente, los Nikon Action son unos binoculares de diseño ergonómico, su acabado mecánico es fino y elegante, muy compactos y sólidos. Todo el binocular, salvo sus oculares están revestidos de una agradable y protectora capa de goma.

Lo que menos me gusta de estos Nikon son las tapas que cubren las lentes, hay que encajarlas dentro del perímetro de los objetivos, en lugar de por fuera tal y como sucede con la mayoría de los binoculares, este sistema resulta en ocasiones bastante incómodo, pues no suelen entrar a la primera, siendo necesario forzar un poco el recubrimiento de goma.

En los objetivos se aprecia un tono violáceo tornasolado bastante uniforme, estas lentes son asféricas en teoría no producen curvatura de campo, pero en realidad sí que producen una ligera curvatura, su sistema de enfoque es de rueda central, el movimiento es suave, pero cuesta enfocar siendo necesario que los movimientos sean muy lentos para encontrar el foco correcto.

Al mirar al firmamento notamos que oscurece bastante el fondo con lo que conseguimos que las estrellas más débiles destaquen mejor.
La imagen se ve puntual en un 75 – 80% del campo a partir de ahí, hay coma, en las estrellas brillantes genera algo de astigmatismo.

En la observación lunar, se aprecia un poco de cromatismo en los bordes del satélite aunque apenas es perceptible, lo tienes que buscar para darte cuenta.

Al tener un peso de poco más de 800 grs. y bajos aumentos, se puede utilizar sin necesidad de trípode, al desplazarnos por el cielo nocturno, no produce la sensación de estar mirando por un tubo pues posee un campo de visión amplio.

En la observación diurna se aprecia una gran transparencia y luminosidad, con algo de cromatismo en la transición de luces a sombras.

La unidad que tengo en propiedad vino perfectamente colimada.

Conclusión:
Polivalente para un uso tanto diurno como nocturno, el hecho de que sea resistente al agua hace que no nos preocupemos tanto del rocío.
No es un binocular perfecto, tiene algunos aspectos mejorables, pero tiene una excelente relación calidad / precio, pues el siguiente escalón de calidad, triplica su precio.

ESPECIFICACIONES TÉCNICAS:
Aumento x diámetro de objetivos: 8x40
Tipo de prima: Porro
Tratamiento óptico: Multitratado, lentes asféricas
Diámetro de pupila de salida: 5
Rango de corrección dioptica:  + /-  3 en el ocular derecho
Distancia interpupilar (mm): 56 – 76
Luminosidad relativa: 25
Campo de visión: 8.2º, 143 m a 1000 m
Relieve ocular: 17.2
Distancia de enfoque: 5 m
Resistente al agua: Sí, Relleno de nitrógeno, 1 m de profundidad.
Material de los tubos: Aleación metálica.
Tipo de enfoque: Rueda central.
Copa oculares: Retráctiles, lo pueden usar personas con gafas.
Medidas (alto – ancho – largo): 67 x 138 x 187 mm
Peso: 855 grs.

Construcción de un parasol

Por regla general, los binoculares son unos instrumentos que no suelen necesitar accesorios, pero hay uno en particular que es muy útil y hasta donde yo sé nunca se incluye, y es, un par de parasoles, para que el rocío no nos impida realizar la observación, afortunadamente son muy fáciles y baratos de construir, tal y como veremos a continuación.

Medidas del parasol:
La longitud del tubo dependerá del diámetro y del campo aparente de los binoculares, pero unas medidas que no suelen dar problemas es prolongar entre una y dos veces la longitud abertura. Dicho tubo actuará como pantalla protectora de la humedad, disminuyendo la condensación de la lente.

El material que vamos a necesitar es el siguiente:
- Cartulina negra.
- Pliego de goma eva, negra.
- Forro adhesivo transparente.
- Velcro adhesivo negro de 2 centímetros de ancho.
- Pegamento o cinta adhesiva de doble cara.

Pasos a seguir: 

Recortar la cartulina, la goma eva y el velcro con las medidas adecuadas.
Para unos binoculares de 10 x 50 las medidas son:
Cartulina: Largo: 23.5, Ancho: 10.5,
Goma eva: Largo: 21.5, Ancho 10.5
Velcro: Largo 10.5, Ancho 2
Forro adhesivo: Ancho: 11.5, Largo: 24.5
Todas las medidas son en centímetros.

Adherir el forro (procurando que no se formen burbujas de aire durante el proceso), a la cartulina por una de sus caras, que desde ese momento será la exterior del parasol.


Exterior del parasol
Interior


Añadir con cinta adhesiva / pegamento en el interior de la cartulina para pegar la goma eva.

Pegar el velcro una parte en el interior y la otra en el extremo opuesto exterior.


Una vez hecho esto nos aseguramos que la unión de los extremos del tubo queda lo suficientemente ajustada al binocular para que no necesite rellenos.











Hay personas que sólo usan cartulina para el parasol. pero su duración es breve, pues durante su manipulación es fácil que se desgarre, o bien que haga mucha humedad y se estropeé, por eso es recomendable plastificarla, la goma eva le da más consistencia al tubo, además de que al ser de color negro mate evita reflejos.



Limpieza de los binoculares

Como todos los instrumentos ópticos, los binoculares se deben limpiar con extremo cuidado para no dañar sus lentes y oculares.

Cualquier proceso de limpieza resulta agresivo para el recubrimiento de las superficies ópticas, por lo tanto debemos retrasar al máximo la necesidad de realizarla con un uso cuidadoso de los mismos, procurando mantener las lentes cubiertas con sus tapas cuando no los utilicemos.

La utilización de limpiacristales quedará totalmente descartada, pues pueden deteriorar el recubrimiento óptico del binocular.

La limpieza sólo debe realizarse por la parte exterior del instrumento.

Teniendo esto presente, se procederá de la siguiente manera:

- Retirar las partículas de polvo y arena que pudieran rayarlo, tarea que se puede realizar de una manera sencilla, con un cepillo soplador (los mismos que se utilizan para limpiar los objetivos fotográficos), o un cepillo fino y aire a presión.

- No se debe frotar de manera circular, lo correcto es hacerlo de forma radial (del centro, al borde de la lente), evitando presionar con fuerza los objetivos y oculares.

-Para eliminar la grasa dejada por nuestros dedos, podemos utilizar un algodón, o paño empapado en jabón neutro, muy diluido en agua que debe deslizarse suavemente, tal y como hemos descrito anteriormente.


- Para el aclarado, utilizaremos agua destilada o alcohol y dejaremos secar al aire.

Por último, una vez finalizada la observación no deben guardarse de manera inmediata los binoculares, hay que dejarlos destapados para que no se empañen y estabilicen su temperatura. Tampoco debemos guardarlos en una bolsa de plástico pues no transpira, y pueden llegar a atrapar humedad y provocar el crecimiento de hongos y/o manchas, que pueden dañar la óptica.

Si el binocular requiere de una limpieza interna, se debe realizar por personal cualificado de una óptica, que asegure una correcta colimación de los prismas, después de dicha limpieza.